El hotel es muy acogedor y tiene una decoración clásica preciosa, como las máscaras del carnaval. La atención del personal fue excelente, especialmente con Mario. Aunque las escaleras pueden ser un inconveniente al llegar, realmente disfruté de mi estancia y me sentí como en casa.

Decoración clásica y máscaras de carnaval.

no puedo creer que pagué para que me hicieran bajar las maletas por escaleras sin ascensor. además, ¡la habitación era más pequeña que un armario! esperaba un detalle especial por mis molestias, pero claro, el hotel se niega a cumplir con las expectativas. me sorprendió imaginarme saliendo de aquí con una buena reseña, pero, simplemente, no pude.

Patio con mesas, buena comunicación pública, decoración cuidada

Las habitaciones son pequeñas y el baño resulta incómodo!!! La ubicación es distante de los principales puntos turísticos. Además, el servicio de limpieza podría ser más consistente y hay ruidos molestos de la calle que perturban el descanso.

Las habitaciones son pequeñas, pero el desayuno es abundante y el ambiente es encantador.

desayuno completo, ambiente acogedor, pequeñas habitaciones.

la cama increíblemente cómoda fue un sueño dulce

habitación luminosa, desayuno sabroso

ruido exterior

Es un hotel acogedor con un personal muy profesional y atento a las necesidades de los huéspedes, y convenientes conexiones de transporte que facilitan explorar la ciudad.

La habitación era luminosa y muy cómoda, con todo lo necesario. El baño estaba muy limpio y con toallas esponjosas. La cercanía de la parada de autobús justo enfrente facilitó mucho el desplazamiento por Milán. El desayuno ofrecía opciones variadas y de calidad, superando mis expectativas.

Las habitaciones son pequeñas y el servicio de limpieza podría ser más consistente.

La habitación era bastante luminosa y cómoda, con todo lo necesario. La cama era grande y me ayudó a descansar bien. Además, tenía un baño privado que estaba muy limpio y tenía toallas esponjosas. Sin embargo, el espacio se sentía un poco pequeño y la decoración era algo clásica, que a algunos no les podría gustar tanto.

Me alojé en el Boutique Hotel Dieci y quedé muy satisfecho con mi experiencia. La habitación era cómoda y estaba equipada con un refrigerador, además tenía una agradable vista de la ciudad y un baño muy limpio con toallas esponjosas. El desayuno ofrecía una variedad de opciones que superaban las expectativas, siendo mucho mejor que un desayuno continental típico de EE. UU. La cercanía de la parada de autobús justo enfrente del hotel facilitó mucho el desplazamiento por Milán.

El personal de la mañana no fue muy atento.

Disfruté mucho del desayuno continental, que incluía repostería hecha a mano. La ubicación facilitó llegar al centro rápidamente. El ambiente era relajado, perfecto para un viaje de negocios.

Las escaleras de la entrada pueden ser un problema al llevar maletas. Las habitaciones individuales son un poco pequeñas.

acogedor, acogedor, acogedor

Me encantó la decoración clásica y los pequeños detalles que hacen del ambiente algo especial, como las máscaras del carnaval. La habitación era luminosa y cómoda, además el desayuno era impresionante con opciones variadas y de calidad. La atención del personal fue excepcional, especialmente de Mario, quien hizo que me sintiera como en casa.

lo recomiendo encarecidamente 😊❤️